viernes, 1 de abril de 2011

Número 1 - Columna 2

La llama de la opinión
La Antorcha nace con el propósito de ser voz, un espacio donde generar opinión y dar rienda suelta a la misma.
Desgraciadamente vivimos en un estado de sedación inducido, del que solo se sale para ladrar a la luna o a la máquina del tren, donde los acontecimientos imprevistos son el tornillo de la prensa, nosotros las uvas y el sistema instaurado por los banqueros los toneles, con la quiescencia de aquellos que pudiendo tener movimiento propio están quietos. Estos que actúan a la sombra pretenden despellejarnos para revestirse con nuestro pellejo.
Sería bueno tomarse unos minutos para pensar las cosas sin necesidad de pensar lo que nos dicen, pensar por uno mismo. Todos somos responsables cuando no culpables de los acontecimientos presentes y futuros, a la vista del desinterés mostrado durante los últimos años. Algo sangrante si tenemos en cuenta que España bordea los cinco millones de parados, con más de un tercio de la población joven desempleada.
En todas las crisis económicas del capitalismo habidas en este país los distintos gobiernos junto con los empresarios han resuelto las salidas con reformas laborales que siempre han intervenido directamente en el bolsillo y los derechos laborales de los trabajadores.
Se cargaron contrato estable y fijo por modalidades de contratos temporales, liberaron condiciones de trabajo, jornada, horarios, sistemas retributivos, dándoles a los empresarios toda la autoridad para modificar unilateralmente las condiciones de trabajo por cualquier causa: económica, productiva, organizativa, etc.Y en esas estamos, ante el gran despliegue mediático, la firma del gran pacto social y económico entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos UGT-CCOO. Lo que nos ha quedado es que este acuerdo empeora los derechos de la clase trabajadora, donde el aspecto más relevante de lo firmado es el relativo al sistema público de pensiones.
- Retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años (antes 65).
- Cotizar 37 años para cobrar el 100% de la pensión (antes 35).
- Solo se podrán jubilar a los 65 años con el 100% quienes hayan cotizado 38,5 años (antes 35).
- Se alarga la edad de jubilación voluntaria hasta los 63 años (antes 61) y aumenta la penalización.
- Se recortan las pensiones; se aumenta de 15 a 25 años el periodo de cómputo para el cálculo.
De seguir así pronto veremos como en la mesa ponen la supresión de la ultraactividad (mantenimiento de los elementos normativos de un convenio caducado hasta que se negocia uno nuevo), una propuesta que el Gobierno llegó a plantear. Y que decir de la pretensión de que las relaciones laborales partan de cero.
Vamos que a este paso cualquier negociación partirá del salario mínimo interprofesional y el Estatuto de los Trabajadores.
                                                                            A.A.C.

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